Se desplazan o deforman “los bloques” adecuándose a las circulaciones, creando visuales potenciadas, así como a las zonas de entrada del edificio. Se genera un retranqueo en planta baja que permite una visual directa con el río, así como la zona de la entrada para permitir una mejor circulación. Los retranqueos de los “bloques” de las plantas superiores generan una serie de terrazas que favorecen la entrada de luz a las estancias interiores.
Por otro lado, se proyectan una serie de espacios o elementos constructivos, que enmarcan el paisaje de diferente forma y con diferente escala, como son el porche de entrada peatonal de planta primera que con su doble altura y tres lados abiertos al paisaje dan una vista panorámica de la zona norte, este y sur. La estructura porticada vista de planta baja enmarca y divide la vista más amplia, paralela al pabellón, la vista sur que se limita de forma descendiente con la propia colina, de manera frontal con el alzado valle opuesto y superiormente con el cielo raso.
Las ventanas y ventanales de diferentes tamaños delimitan lienzos heterogéneos de un paisaje cambiante. Mientras que la balconada de la zona oeste queda en vigilia del acceso rodado y observa el paisaje de ese lado.